(1870-1958)
País: Francia - Época: Impresionismo


Florent Schmitt



(Blâmont, 1870-Neuilly-sur-Seine, 1958) Compositor francés, si bien muy interpretado en la primera mitad del siglo XX, cayó en el olvido y solo recientemente se ha empezado a recuperar en grabaciones y salas de cocierto. Se formó con Jules Massenet y Gabriel Fauré en el conservatorio de París y porteriormente fue director del Conservatorio de Lyon (1921-1924) e incisivo crítico musical de la revista Le Temps (1919-1939). En 1900 Schmitt ganó el Premio de Roma en su cuarta tentativa por la cantata Sémiramis. En los primeros años de la década de los 20 perteneció al Club de los Apaches, constituido por inconformistas intelectuales y artistas entre cuyos miembros se encontraba Maurice Ravel, Erik Satie, Jean Cocteau, Igor Stravinsky, Sergei Diaghilev, el pianista leridano Ricardo Viñes, Manuel de Falla o el poeta, músico y crítico de arte Léon Leclère, más conocido por su pseudónimo Tristan Klingsor. Posteriormente fue nombrado miembro de la Academia de Bellas Artes en 1936, recibió la Legión de Honor en 1952 y el Premio de Música de la ciudad de París en 1957.

Influida por la vanguardia parisina, su música, que se resiste a una fácil clasificación, se incicó dentro del impresionismo y aunque nunca se desprendió totalmente de un estilo tradicionalista muy propio, tampoco fue ajeno a las nuevas tendencias musicales de su época. Frecuentemente empleaba recursos rítmicos y armónicos modernos y se dejaba influenciar por el Oriente y lo exótico. Stravinsky definió su ballet La Tragédie de Salomé como una de las grandes obras maestras de la música moderna y reconoció que fue de gran inspiración para escribir su ballet La Consagración de la Primavera, opinión de la que se desdijo años después por desavenencias con el compositor.

Schmitt escribió 137 obras con su número de opus y abarcó todos los géneros de su tiempo excepto la ópera. Su reputación como compositor descansa principalmente en tres de ellas: Su versión orquestal y coral del Salmo XLVII (1904), la Suite extraída del ballet La Tragedia de Salomé y en menor medida el Quinteto Op.51, que sin embargo le sirvió para apuntalar su fama en los primeros años de su carrera. No obstante, estas grandiosas y exitosas obras obras no representan totalmente la variedad de lenguajes de los que hizo gala el músico. Entre sus más finamente labradas piezas para orquesta encontramos Oriane et le prince de l'amour (1937), Antonio y Cleopatra (1920), su segunda sinfonía y la música para la película Salambó (1925). Su Sinfonía concertante para piano y orquesta refleja una avanzada complejidad rítmica y armónica que también se halla presente en la Sonate libre en deux parties enchaînées para violín y piano.

Como compositor de música de cámara y además del Quinteto y la sonata para violín escribión cuartetos de cuerda (1944-1956). Como buen pianista compuso 162 obras para piano solo, en general breves, como la Suite sin espíritu de suite de 1937, Deux mirages, Op.70 y Soirs, Op.5. A estas hay que añadir otras 88 piezas para piano a 4 manos, entre las que podemos destacar Une semaine du petit-elfe "Ferme l'Oeil". Sus canciones para voz y piano están dentro de la tradición de la mélodía francesa.